Ruta por el Madrid de los patíbulos, horcas, garrotes y cuchillos

La Plaza Mayor, la Plaza de la Cebada, las cercanías de la Puerta de Toledo y el Campo de Guardias que fueron los lugares donde los madrileños podían acabar sus días colgados de la horca o con el cuello partido por el garrote vil. Es la ruta por el Madrid de los patíbulos
Uno de los paseos más inquietantes y curiosos de Madrid es, sin lugar a duda, el de los espacios públicos que durante siglos sirvieron para ajusticiar a los madrileños. La que podemos llamar ruta por el Madrid de los patíbulos, horcas, garrotes y cuchillos.
En primer lugar, debemos acercarnos a la Plaza Mayor porque, al ser el lugar público más grande de la Villa, pasó a ser el sitio donde habitualmente se celebraban las ejecuciones y castigos. Si la sentencia era morir en la horca, se les colgaba en el espacio comprendido entre la calle Toledo y el arco de Cuchilleros, pero si la justicia quería una muerte más sangrienta se les degollaba delante de la Casa de la Carnicería, edificio que en la actualidad es un hotel y está enfrente de la Casa de la Panadería.
EL PODER DE LA SANGRE
El pueblo no sólo disfrutaba con estos siniestros espectáculos, sino que además había quien se esforzaba por ser salpicado durante las ejecuciones pues era creencia que la sangre de un decapitado tenía poderes curativos. Otros preferían coger alguna hebra de la soga del ahorcamiento, una astilla del patíbulo o tierra del lugar para utilizarla como amuleto.

Centro de la ciudad, sirvió para celebraciones y ejecuciones. / El Resurgir
Tras el pavoroso incendio que sufrió la Plaza Mayor en la madrugada del 16 de agosto de 1790, el Ayuntamiento decidió trasladar las ejecuciones a la cercana Plaza de la Cebada. Nuestra ruta por el Madrid de los patíbulos se instala así en un espacio amplio y céntrico situado a apenas a 500 metros de la Plaza Mayor siguiendo la calle Toledo, localizándose el patíbulo en el espacio que hoy ocupa el gran mercado de hormigón.
MORIR EN LA HORCA
A los ajusticiamientos acudía una gran multitud, siendo costumbre que los padres llevaran a sus hijos de siete u ocho años para que contemplaran el castigo y, en el momento de la muerte, el padre solía dar una paliza al chaval para que no se le olvidara y no cayera en los errores del reo. En ocasiones, la sentencia no sólo fijaba la muerte del delincuente sino que también marcaba que tras el fallecimiento se le descuartizara, cortara la cabeza o encubara, lo que significaba que el cadáver era metido en una cuba y echado al cercano río Manzanares.
En contra de lo que vemos en las películas, morir en la horca no era muy rápido, sufriendo el reo en exceso. Para aliviar este sufrimiento una vez pendía de la cuerda el verdugo se subía a su cuello para que al tener más peso muriera antes, por eso al verdugo se le conocía como el jinete de los gaznates.
GENERAL RIEGO
En esta ruta por el Madrid de los patíbulos hay que pararse en el número 10 de la Plaza de la Cebada, muy cerca de la plaza de Puerta de Moros y la Cava Baja, donde podemos contemplar una placa de color amarillo en la que se nos recuerda que en este lugar se produjo, el 7 de noviembre de 1823, el ahorcamiento del general Riego.

En La Cebada se ajustició al General Riego. / mercadodelacebada.com
Cuentan las crónicas de la época que el militar llegó a la horca metido en un serón del que tiraba un asno. Al subir al cadalso besó un crucifijo y su llanto era tan contundente que conmovió a los presentes. Tras el ahorcamiento el cadáver fue decapitado y su cabeza pateada por los asistentes.
LOS QUE ESTÁN EN CAPILLA
Dejando la Plaza de la Cebada y continuando por la calle Toledo, nuestro macabro recorrido de la ruta por el Madrid de los patíbulos nos lleva hasta la Puerta de Toledo, espacio al que se trasladaron las ejecuciones en 1834. Daba igual que el sentenciado muriera en la Plaza Mayor, la Plaza de la Cebada o en las cercanías de la Puerta de Toledo, porque para ayudarle en este difícil trance siempre estaba la Hermandad de la Paz y Caridad.

La zona de Puerta de Toledo fue espacio de ajusticiamientos. / El Resurgir
Esta Cofradía, que tenía su sede en la Iglesia de Santa Cruz cercana al actual Ministerio de Asuntos Exteriores, era la que atendía a los condenados a muerte desde el momento que se les comunicaba la sentencia hasta su posterior enterramiento. En el momento de la notificación, los sentenciados pasaban de la celda a la capilla de la cárcel, por eso utilizamos la expresión ‘estar en capilla’ para señalar el momento previo a algo realmente importante y decisivo, como contraer matrimonio o presentarse a un examen.
ÚLTIMO CAMBIO DE UBICACIÓN
En 1850 el patíbulo, y con ello nuestro recorrido por la ruta por el Madrid de los patíbulos, volvió a cambiar de ubicación. En esta ocasión del sur de Madrid pasó al norte, a un lugar alejado, siniestro y rodeado de cementerios llamado el Campo de Guardias. Para llegar en la actualidad a esta zona deberemos acercarnos hasta el cruce de las calles Cea Bermúdez y Bravo Murillo (distrito de Chamberí), más concretamente al parque de Enrique Herreros y a los depósitos del Canal de Isabel II.

Otra zona de ajusticiamiento fue el entorno de los depósitos. / Canal Isabel II
Aquí fueron ajusticiados a garrote vil el cura Merino por intentar asesinar a Isabel II, Juan Oliva por disparar contra Alfonso XII, y Francisco Otero por querer atentar contra Alfonso XII y la reina María Cristina.
¡AL PATÍBULO POR DOS REALES!
Como lugar alejado que era, los días de ejecución se disponían calesas y ómnibus para trasladar a los madrileños hasta este punto. Al grito de “al patíbulo, al patíbulo por dos reales” los madrileños iban subiendo a los transportes cargados con botas de vino y comida y, una vez en el Campo de Guardias, seguían disfrutando de la macabra fiesta pues podían comprar vituallas en los puestos de vino, aguardiente y comida que se levantaban junto al cadalso.
La última ejecución pública por garrote vil se hizo en la Cárcel Modelo el 19 de julio de 1890 y, como el morbo seguía guiando al pueblo, hasta la cárcel se trasladaron más de 20.000 espectadores para contemplar cómo el reo cumplía a la perfección la conocida frase “De Madrid al cielo”.
Antonio Balduque
Historiador. Realiza visitas guiadas por Madrid centradas en las curiosidades madrileñas. Puedes conocer más sobre lo que hace en Curiomadrid o por Whastapp (665 98 50 93).
Cerca de ti

Madrid cambiará 30.000 contenedores de residuos y soterrará varios en el centro

La FP tendrá 10.000 plazas más y sumará 600 profesores para el próximo curso

Cerca de 80 municipios rurales tendrán 16 millones en ayudas para contratar personal
Vive Madrid

Un recorrido agrupa los restos de la romanización de la Península hallados en Madrid

Disfruta hasta septiembre de las ‘Estaciones’ de Vivaldi en el Real Jardín Botánico
Kilómetro 0

«Ahora el éxito de tu trabajo está absolutamente mediatizado con lo que tú eres en las redes sociales»
Cantante, compositor y músico

«Entras en un programa de televisión como Operación Triunfo y parece que tienes todo hecho, y no es así»
Cantante y compositora

«Me río en la cara del mindfulness. Mindfulness es lo que yo hago»
Actor y reportero
Madrid Resurge

Eurocaja Rural reafirma su estrategia y consolida su compromiso con la atención presencial

Los personajes Disney te invitan a reciclar vidrio y optar a un viaje a Disneyland París

Los Vinos de Madrid logran más apoyo para crecer en ventas en el extranjero

La Fundación Rafa Nadal amplía su actividad con un centro en Madrid
Cerca de ti

¿Ganas de un baño? Ya han abierto casi todas las piscinas municipales de Madrid

La FP tendrá 10.000 plazas más y sumará 600 profesores para el próximo curso
