«Quería hablar de todo lo que nos pasa a las mujeres de verdad, y creo que esa veracidad es la que ha convencido al jurado»
Cristina Campos
Escritora

Cristina Campos (Barcelona, 1975) debutó en el mundo literario con Pan de limón con semillas de amapola (2016, Editorial Planeta), aunque para ella escribir siempre ha sido parte de su trabajo. Con formación en Humanidades y Cinematografía, es a este último ámbito al que ha dedicado su vida profesional como directora de castings de largometrajes y series de televisión. Ahora, Historias de mujeres casadas (2022, Editorial Planeta), su segunda novela publicada, ha quedado finalista del Premio Planeta 2022 y se sitúa en las listas de los libros más vendidos en estos últimos meses del año.
Lo primero, ¿cómo estás?
Feliz, profundamente feliz y agradecida a Planeta y al jurado.
Historia de mujeres casadas, al igual que tu primer libro, Pan de limón con semillas de amapola, es una novela escrita por una mujer y que gira en torno a mujeres, pero ¿crees que es una novela cuyo público es mayoritariamente femenino? ¿O deberían leerla también los hombres?
Bueno, yo creo que la literatura no debería tener género, pero es verdad que me leen muchas más mujeres. Es algo que no entiendo, porque yo leo constantemente a hombres. Ahora mismo me habéis visto bajar con El animal moribundo de Philip Roth. Ya no solo como escritora, sino como mujer me interesa saber lo que pasa en la mente de los hombres.
Muchos están hablando de la categorización de esta novela como femenina o feminista, ¿qué piensas tú de esto? ¿Es feminista? ¿Femenina?
Yo no concebí Historia de mujeres casadas como una novela feminista, pero lo es. Porque mis protagonistas siempre digo que son blancas, europeas y privilegiadas, pero sobre todo son independientes económicamente de sus maridos. Y yo creo que el feminismo pasa por la independencia económica de la mujer. Entonces sí, no la concebí como tal, pero lo es.

‘Historias de mujeres casadas’ es la novela finalista del Premio Planeta 2022. / ERM
En tu novela hablas de muchos tabúes o estigmas que han rodeado a la mujer, como las menstruaciones dolorosas, la violencia obstétrica o, directamente, la sexualidad femenina. ¿Por qué decidiste abordar todo esto de forma tan explícita?
En la novela es cierto que se habla de la menstruación dolorosa, de la violencia obstétrica que sigue habiendo en nuestro país y de nuestra intimidad y todo lo he hecho desde la verdad. Quería hablar de todo lo que nos pasa a las mujeres de verdad y yo creo que esa veracidad es la que ha convencido al jurado. Cuando hablo del dolor de una madre, cuando un bebé bebe de su pecho y sus pezones están irritados. Eso es la verdad y es profundamente doloroso. O los puntos después del parto… Son temas que yo creo que se tratan poco en la literatura o yo no he sabido encontrarlos con esa veracidad en la española. Lo que no quiere decir que estén y yo no los haya encontrado.
«Siempre digo que para ser infiel como mujer hay que ser muy valiente. Como hombre no tanto»
¿Crees que entonces el mensaje que querías lanzar ha llegado a los lectores y, sobre todo, lectoras?
Yo principalmente cuando escribo pretendo entretener. Es verdad que toco temas que están cerca de mí como la maternidad. Pero yo pretendo entretener. Y si la novela crea debate… Que lo está creando, algo que me encanta, al hablar de la intimidad femenina y de nosotras desde la verdad, yo no lo esperaba. Pero tampoco esperaba un premio y para mí todo es maravilloso.
Cuando me escriben lectoras me conmueve hasta el llanto.
No esperabas este premio, ¿qué sentiste cuando oíste tu nombre como finalista?
Cuando escuché mi nombre en la gala una inmensa felicidad, abracé a mi pareja. Yo me conmuevo todo el día. Y me lo había currado, hay mucho trabajo detrás, de alguna manera pienso que son 20 años de mi vida de fracaso o de camino, pero bueno. Me lo merecía.
Siguiendo con el tema de la sexualidad femenina, esta nunca se ha puesto de manifiesto o se ha explorado y cuando se ha hecho se ha puesto en boca de hombres, sobre todo en el plano literario. ¿Cuáles han sido los referentes literarios que has tenido para abordar esta temática tan poco tratada?
Bueno, tocar la sexualidad femenina desde la verdad, en España, me ha costado encontrarlo. Hay mucha literatura erótica en la que me apoyo y me encanta: Megan Maxwell, yo la leo porque digo “ostras esta mujer que vende tantísimos libros” y es divertidísimo leerla. Y la defiendo. O, por ejemplo, E.L. James con Cincuenta Sombras de Grey. Me lo pasé pipa leyendo, además, las 900 páginas del tirón.

Campos defiende que existe una diferencia entre la literatura erótica y la verdad de la sexualidad femenina. / Sara Calle
Pero, claro, se toca la sexualidad desde otro lugar. Que está muy bien. Pero yo quería hablar, ser sincera sobre lo que nos pasa tanto a mujeres como a hombres. En mi novela están Gabriela y su amante Pablo, esa primera vez que hacen el amor. En una novela erótica pues él la cogería y tendrían el mejor sexo del mundo, pero eso no es la verdad. Cuando tú te acuestas por primera vez con un hombre que te importa y que tú le importas a él es difícil, te pones nervioso y más a nuestra edad. Una amiga mía, que tiene 50 años, me decía el otro día: “Es que desnudarme ya es un acto de amor”. Porque claro, nuestros cuerpos envejecen. Y a mi edad, que ya os pasará, buscas también un alma bonita, no estás buscando solo un hombre que físicamente te atraiga. Bueno, que me apetecía hablar de la verdad.
Al inicio de tu novela, uno de los titulares que lanza Gabriela es ‘Londres abraza la literatura femenina’. ¿Crees que España está abrazando, por fin, la literatura femenina?
Sí. En España hay muchísima literatura femenina, muchísima, y desde hace tiempo. Se cree, o se dice, yo no sé cómo se hacen las estadísticas, que las mujeres leemos más, sobre todo novelas. Los hombres leen sobre todo más ensayo.
Y bueno, es que te podría decir miles de nombres, desde la ganadora Luz Gabás, María Dueñas, Dolores Redondo… Estamos en las listas de los más vendidos, las cuatro, además. O sea que hay mucha literatura femenina, ahí estamos. Ahí vamos, allá vamos.
En algunas ocasiones has mencionado que en muchos casos, el motivo de agarrarse al matrimonio son los hijos, ¿crees que este sentimiento de aferrarse a la relación se da en igual manera en hombres que en mujeres?
Yo creo que, tanto para un hombre como para una mujer, para un padre o una madre, romper una familia es difícil. Si eres una persona sensible, inteligente y has formado una familia durante 15 años de tu vida, durante 10 años o durante 5 años incluso, con una persona maravillosa, tenéis un hijo y rompes eso… No sé si nos cuesta más a las mujeres que a los hombres, pero es jodido.
Tengo amigas que han pasado por eso y se pasa mal.
«En España hay muchísima literatura femenina, muchísima, y desde hace tiempo»
Bueno, hablemos de los maridos: Germán, Pablo, Bosco, Salva… Todos ellos, son diferentes, pero parecidos al mismo tiempo. Un capítulo lo dedicas a lo que llamas ‘la nobleza del marido’ ¿Cómo definirías este término?
El capítulo de ‘La nobleza del marido’ me parece precioso. Yo tengo unos refrentes maravillosos en mi vida: tengo un padre sensible, inteligente, feminista, con el que me he criado. Tengo un marido sensible, inteligente, feminista, entonces, trato el mundo de los hombres con la ternura con la que yo me he rodeado. Tengo muy buenos amigos con los que hago equipo. Yo siempre digo que no me gusta la palabra ‘empoderamiento’ porque supone jerarquía, estar por encima del otro, y yo no quiero estar por encima de nadie, yo quiero hacer equipo con mis iguales, que son los hombres y subir juntos y bueno, en la nobleza del marido se habla un poco de esto.
¿Existe, entonces, la nobleza de la esposa?
Ay, la nobleza de la esposa. ¿Sabes qué? Yo tengo 47 años y me he dado cuenta, de la cantidad de infidelidades psíquicas que tenemos las mujeres, aun siendo fieles físicamente a nuestros compañeros de vida, que me parece hermoso, que no haces mal a nadie, pero igual se te cruza un hombre en la calle que te mira cada mañana y te hace sentir algo muy bonito, ¿no? Entonces, si preguntas a cualquier mujer amiga tuya que lleve casada 10 años, te dirá: “Sí, hay alguien”. Es muy bonito, y no pasa nada ¡Seguro que ellos también las tienen!

La autora defiende la presencia de la literatura femenina en España. / Sara Calle
Otro término que también se trata mucho en tu novela es el de la erótica del poder, ¿de qué trata este término?
La erótica del poder es un tema que he tocado en la novela porque me parecía interesante. Las amigas mías que han sido infieles a sus maridos —yo he hablado con mujeres para escribir esta novela—, no se enamoraban de un tío que estaba buenísimo que conocían en un bar de copas una noche, no les interesaba, no era eso. Normalmente eran jefes suyos. Una amiga mía arquitecta con su jefe arquitecto, una amiga ingeniera con su jefe ingeniero y bueno, con hombres brillantes, que intelectualmente las estimulaban y que estaban por encima de ellas. Hablo de eso. Aunque esto que te digo es poco feminista, porque claro, estaban por encima de ellas laboralmente, que no quita que en algún momento ellas puedan estar por encima de ellos. Pero las relaciones que yo he encontrado han sido esas.
En un momento de la novela, Gabriela defiende que no le gusta la palabra ‘empoderamiento’ porque ‘poder’ significa ‘dominación’. Siguiendo esta afirmación, ¿cómo entenderíamos entonces la erótica del poder?
Claro, es que es difícil. Empoderamiento es sinónimo de jerarquía de sumisión del otro. Es que esto es muy complejo: feminismo, empoderamiento, erótica del poder. Es un mundo muy complicado.
Pero Gabriela se enamora de alguien ¿superior? En realidad ella admira a su amante. Es un desconocido que se cruza cada mañana, pero al que admira intelectualmente y que además le atrae físicamente, entonces en este caso el componente de admiración para ella es muy importante. Seguramente si ella no hubiera leído sobre él no se habría enamorado, sería uno más de los que alguna vez le han mirado en la calle que no sabe nada de ella. Se enamora de un hombre inteligente. Que no significa que ella no sea más inteligente que él, pero no sé, este hombre la estimula.
«Yo no concebí Historia de mujeres casadas como una novela feminista, pero lo es»
Gabriela afirma amar y querer al mismo tiempo. A Pablo y a Germán, a los dos en el sentido romántico de la palabra, ¿cuál es la diferencia entre amar y querer?
Gabriela lleva casada 20 años con este hombre, su marido, lo quiere más que a nadie en esta vida y será el amor de su vida. Por tiempo, nunca podrá querer a un hombre como lo quiere a él. Porque además han crecido juntos, como pareja y laboralmente, han tenido un hijo, y lo quiere, lo quiere mucho. Y él también la quiere mucho. Pero el deseo sexual de las mujeres casadas se desvanece con el tiempo. Es así en el 99,9 % de las mujeres con las que yo he hablado. Que no quita que Gabriela tenga una relación preciosa con su marido, que la tienen. Yo siempre digo: quien se lea este libro deseará ser Gabriela y Germán. Pero desea a este desconocido, a su amante, y la estimula intelectualmente, y el deseo no se puede controlar. Y en la vida real te frenas, dices: “Mejor no doy el paso”, porque te adelantas a lo que puede pasar.
Yo siempre digo que para ser infiel como mujer hay que ser muy valiente. Como hombre no tanto.
Ya para ir acabando, me ha llamado la atención que al final del libro hay un listado con canciones citadas y me pareció muy curioso y una idea estupenda, ¿hay alguna razón por la que decidieras incluirla?
Bueno, piensa que yo trabajo en el mundo del cine además y he incluido muchas canciones y muchas películas que me han inspirado en estos 3 años de profunda soledad que ha requerido la escritura de Historias de mujeres casadas. En estos años he escuchado mucha música y he visto muchas pelis. Son mi compañía y me debo a ellas porque me dan la vida. Yo cada hora y media me voy a pasear o escucho una canción y bailo, porque tengo que romper para seguir escribiendo, para volver. Es mi manera de trabajar.
¿Cuál de todas esas canciones escogerías para definir tu novela?
Mira, cuando me lo has dicho, he pensado: Silvia Pérez Cruz, Iglesias. Es muy bonita. Me ha hecho mucha compañía.
KILÓMETRO 0


VIVE MADRID

Explora los mejores lugares para disfrutar de la nieve en la Comunidad de Madrid

Los mejores videojuegos de 2023; estos son los 9 estrenos más esperados por los gamers

¿Dalí o Picasso? Descubre la vida y obra de estos artistas en estas exposiciones en IFEMA
MADRID RESURGE
