«Ajalvir necesita que se agilice el Plan Urbanístico para atender la demanda residencial e industrial que tenemos»
VÍCTOR MALO
Alcalde de Ajalvir

El alcalde de Ajalvir, Víctor Malo, de la Agrupación Independiente de Ajalvir, confía en poder culminar la legislatura dejando un Ayuntamiento saneado en lo económico, tras acabar con la deuda y el desajuste presupuestario. Eso no ha impedido afrontar algunos proyectos para la mejora de la calidad de vida de los vecinos. Urge a la mejora del sistema de financiación de los pequeños municipios, y reclama agilidad en la aprobación de los planes urbanísticos y en la entrega de los fondos procedentes de otras administraciones. Del Covid, el mal trago de perder a un gran amigo, lo que aún le emociona mucho, y la satisfacción de haber tomado medidas que, aunque impopulares, cree que han salvado muchas vidas.
Queda algo más de un año para el fin de la legislatura municipal, ¿con qué retos se afronta esta recta final?
Principalmente quitarnos la deuda. Queda muy poquito de deuda de la que recibimos cuando entramos, que era casi de dos millones de euros. El otro de los grandes objetivos es equilibrar el desajuste presupuestario que hay, que ahora mismo es casi de un millón de euros. Este año lo salvaremos por la venta del aprovechamiento urbanístico, unas cesiones de suelo al Ayuntamiento, trece parcelas, pero el año que viene ya no habrá parcelas para vender. El compromiso es equilibrar el presupuesto y que la nueva corporación tenga las cuentas bien, que este Ayuntamiento sea sostenible. Lo demás, seguir con lo que hemos estado haciendo, hacer la vida mejor y más fácil a los vecinos, a nuestros mayores… Seguir con mejoras que hemos hecho, y muchas, para los más jóvenes en equipamientos educativos, en instalaciones y temas deportivos, en accesibilidad… Vamos a seguir reparando aceras, y eliminando obstáculos.
¿Es complicado con esa deuda y ese desajuste presupuestario poder realizar inversiones?
Claro, es muy complicado. Fuimos uno de los pueblos con más renta per cápita, llegamos a tener más empresas que habitantes, pero nos hizo polvo ley que eliminó el Impuesto de Actividades Económicas, el cambio por el que ya solo lo abonan las empresas que facturan a partir de un millón de euros. Entonces, muchas empresas se dividieron en dos para no llegar al millón. Para nosotros fue nefasto. Ingresábamos 90 millones de pesetas en aquel entonces, lo que nos permitía hacer inversiones, pero a raíz de esa ley ingresamos mucho menos. Ha habido un gran desajuste. No obstante, estamos buscando inversiones, recalando flotas de vehículos, porque tenemos el Impuesto de Vehículos Tracción Mecánica más bajo de España. Y además tenemos una serie de ventajas para la gestión de flotas, así, con esta estrategia, estamos logrando algunos ingresos para el municipio.
Y en medio de la legislatura llega la pandemia. ¿Cómo han trabajado desde el Ayuntamiento?
Me puedo poner a llorar [lo hace, muy emocionado]. Es que falleció un amigo y no hace mucho que hemos hecho la misa [explica compungido]. A nivel institucional creo que hemos sido los mejores de la zona. Yo, que me llegaba información por mi hermana, que trabaja en el hospital de Alcalá, enseguida entendí que esto era muy grave, y que había que actuar. Así que nos adelantamos a la Comunidad de Madrid y cerramos parques, el hogar del jubilado, dejamos de hacer actividades deportivas, cerramos todo… Por ejemplo, yo hablé con los bares y les pedí que cerraran voluntariamente, e hicieron ese esfuerzo, todos reaccionaron. Pero claro, al estar todo cerrado, vimos que la plaza se llenaba, porque era como un día festivo… así que la cerramos. Ahí la gente se concienció de que esto era grave. Además, para reforzar el mensaje y que tanta locura de normativa cambiante fuera entendida por los vecinos, me puse una especie de atril para grabar vídeos y dirigirme a la población, para poder trasmitir la gravedad y la seriedad que la situación requería.
«Tomamos la decisión de no abrir las piscinas, y la gente lo entendió. En septiembre éramos el municipio con menos incidencia de la zona»
Así que funcionó.
Sí, y siempre dijimos el número de casos real que teníamos. En Ajalvir mantuvimos un nivel de casos bajo, el más bajo de la zona. Pero tomamos decisiones tremendas, como no abrir las piscinas. Mira, muchos alcaldes del entorno llegamos al consenso de no hacer fiestas, y en el mismo grupo yo pedí que no se abrieran las piscinas. Y es que en esto la Comunidad de Madrid nos dejó vendidos, era una decisión política y nos la echaron a los ayuntamientos. Pero en el tema de las piscinas ese consenso no llegó, porque creían que era perjudicial de cara a futuras elecciones. Yo tomé la decisión y sabíamos que no era una decisión popular, pero recibimos lo contrario, el 90% de la gente lo entendió. Y en septiembre éramos el municipio con menos incidencia de toda la zona, menos de la mitad que otros, y la única diferencia era que no habíamos abierto la piscina. Además, a nivel de vigilancia hemos sido inflexibles, la Policía Local ha trabajado de forma contundente. Ha sido un todo, medidas que hemos tomado y que la gente se ha comportado en general. Tino, mi amigo fue el único fallecido, y se contagió en Liverpool, al principio, donde tuvo que viajar por trabajo. Y ya en 2021 falleció un mayor, con Covid, pero afectado por muchas otras patologías. Como equipo de Gobierno creo que hemos dado todo por la seguridad de nuestros vecinos. Para mí, cualquier persona que se muera en esta localidad es sentida en primera persona. Además, fuimos de los primeros municipios de Madrid, y de España diría yo, que repartió mascarillas para niños, mayores y abuelos.

Durante la entrevista con El Resurgir de Madrid. / Merino
Entiendo que están satisfechos por esta gestión de la pandemia y por que los ciudadanos en general entendieran las medidas.
Respecto a la gestión estamos bastante orgullosos de lo que hicimos y hemos tenido reconocimiento por parte de las consejerías de Sanidad y de Seguridad por el trabajo realizado. Por otro lado, la malísima experiencia por el fallecimiento de mi amigo [vuelve a emocionarse], pero creo que hemos estado a la altura. Yo me quedo con la capacidad que hemos tenido de poder ayudar a la gente desde el Ayuntamiento. Teníamos familias con niños con discapacidades, y el poder facilitar a la gente la ayuda que necesita es un momento en el que ves que el trabajo y el esfuerzo que haces sirve para algo.
«Queremos rehabilitar y transformar la Casa de Cultura y hacer una mejora en instalaciones deportivas»
¿Puede Ajalvir optar a los fondos europeos de recuperación?
Vamos a presentar dos proyectos muy ambiciosos. Uno es la rehabilitación y transformación de la Casa de la Cultura con un presupuesto de más de 600.000 euros. El otro es la mejora de las instalaciones deportivas, más de 800.000. Luego hay alguno más en mente, pero hay que madurarlos.
¿Qué demanda como alcalde a la Comunidad de Madrid y al Gobierno Central?
De la Comunidad de Madrid necesitamos urgentemente, y lo he puesto en conocimiento de los consejeros y de la presidenta, el compromiso para agilizar los planes de desarrollo urbanístico. Es importantísimo para Ajalvir. Nosotros, ni ningún municipio de la Comunidad de Madrid, puede estar a expensas de que un Plan General se apruebe en 6, 7, 8 o más años. Esto es importantísimo, lo saben. Además, necesitamos que el Plan de Inversión Regional (PIR) sea ágil. Que no nos pase como nos ha pasado que se ha liquidado malamente el 15-19. Además de que nos han quitado un millón de euros, no hemos visto aún ni un euro. Es esencial agilidad en los trámites. Otra cosa muy importante es que en todas las subvenciones y ayudas nos den el dinero al principio, no que nos pidan que aportemos primero el dinero y que luego ya nos lo darán, en muchos casos no podemos llegar a esas ayudas porque nosotros no podemos adelantar el dinero simplemente porque no lo tenemos. Los ayuntamientos grandes sí que lo tienen y pueden esperar varios meses a que se lo den, pero nosotros no. Un ejemplo: cambiamos una caldera en un colegio con una ayuda para eficiencia energética, fue en 2019, nos subvencionaban el 50%, pues todavía no lo hemos recibido. Y al Gobierno de España igual, le pedimos apoyo en todos los sentidos, en materia de financiación y en la gestión de las ayudas. Ambas administraciones deben ser más abiertas y ágiles al ayudarnos con la financiación.
«La CAM lo sabe, tiene que pensar si quiere que las inversiones se queden en Madrid, en Ajalvir, o que se vayan a Guadalajara»
¿Cómo se trabaja desde el Ayuntamiento para asentar población y al tiempo atraer a más habitantes?
En Ajalvir no podemos atraer a más población porque no tenemos vivienda. Somos 4.712 habitantes y podemos oscilar en que se vayan dos y vengan tres. Estamos bloqueados en el desarrollo urbanístico. Se ha hecho un sector, 133 viviendas, pero el 90% son vecinos que tienen un piso lo han vendido y se pasan a esa zona. Esos pisos que se quedan vacíos se ocuparán, creceremos cinto y pico personas. Para que el municipio realmente pueda crecer dependemos del desarrollo del Plan Urbanístico. En el mismo se contempla el futuro de Ajalvir en lo industrial, en lo medioambiental y en lo residencial. En lo industrial somos pioneros en la zona, tenemos 17 polígonos industriales. La demanda industrial que tenemos sobrepasa nuestras posibilidades, y me da mucha pena cuando viene alguien a invertir acabar la charla diciéndole que no tenemos suelo. El consejero de Urbanismo y el director general lo saben, estamos con que la inversión se quede en Madrid, en Ajalvir, o que se vaya a cualquier otra localidad de Guadalajara. Por eso es muy importante el desarrollo del Plan Urbanístico. Por lo demás somos un pueblo muy acogedor, tenemos una gran hostelería, nuestra Iglesia de la Purísima Concepción y las fiestas tradicionales de San Blas que son espectaculares.
¿Cómo se convive con municipios cercanos como Cobeña, Torrejón, Daganzo…?
A nivel de vecinos antes era mejor, nos conocíamos todos como quien dice, la relación era distinta, tal vez, pero es buena. A nivel institucional mi relación con los alcaldes es excelente con todos, en especial con Daganzo. Hay muy buena relación, yo colaboro con todos los ayuntamientos, les ayudó en todo lo que puedo, y cuando les pido ayuda soy correspondido.
¿Tiene previsto presentarse a la reelección?
Si arreglamos el desajuste presupuestario sí, si no, no. Así de claro y de tajante.
De cerca
Un alcalde, ¿nace o se hace? En mi caso se hace. Yo no nací para alcalde, lo que pasa es que se dieron una serie de circunstancias. Vimos que necesitábamos un cambio y, de rebote, me tocó a mí ser el que iba de cabeza de lista. No estaba preparado, por circunstancias el que tuvo que dar el paso fui yo.
Y cuando no es alcalde, ¿qué hace? En mi tiempo libre lo que hago es venir al Ayuntamiento [ríe], porque a veces lo paso peor en casa o en la huerta. Me cuesta mucho desconectar del Ayuntamiento, y cuando hay un problema o un asunto pendiente no soy capaz de desconectar, de irme y dejarlo, así que muchos días me vengo, a veces sábados y domingos, y hasta tarde. Ahora mismo el compromiso supera a cualquier afición. Cuando puedo o, mejor dicho, cuando la cabeza me lo permite, me encanta la huerta, ahí logro desconectar. Además, en la familia tenemos pistachos, y me sirve coger el tractor irme a arar, a podar o hacer cualquier trabajo, eso me distrae. Y, evidentemente, estar con la familia, eso es fundamental
En casa, dígame un plan para esos días en los que no apetece salir. Con tres hijos… imagínate. Pero siempre reservó un rato, y soy muy maniático, para leer toda la prensa y por el mismo orden. No puedo irme a la cama si no leo El ABC, El País, El Español, La Razón, Libertad Digital y OK Diario. Me gusta ver la misma noticia contada por varios medios, que nunca se cuenta igual, eso es como una obligación. Y luego cualquier rato que tengo es para mi mujer y mis hijos.
¿Y fuera de casa? Me encanta El Rocío, Huelva y Sierra Morena, que tenemos una casita allí, así que cuando me escapo lo hago a Sierra Morena y Huelva.
Si nos quedamos más cerca, en la CAM. Dentro de la Comunidad de Madrid me quedo con la Sierra. Me gusta mucho la zona de Braojos y su entorno.
¿Es de ponerse el delantal? Sí lo soy.
Y frente el plato, ¿cuál es ese que no puede faltar en su mesa? Aquí es típico el besugo en escabeche, porque antiguamente no había neveras y cuando venía el pescado de la costa al centro la única manera de conservarlo era en vinagre. Además, se dice que nuestro patrón, San Blas, le salvó la vida a un niño quitándole una espina de besugo. Así que ese un plato típico, me gusta y se me da muy bien cocinarlo.
¿Ha hecho ya el viaje de su vida o lo tiene pendiente? Lo he hecho y lo tengo pendiente. Cuando me casé fuimos a Kenia, hicimos un safari fotográfico por toda la zona de Nairobi y fue impactante. Además, del Club Deportivo que había aquí me dejaron 500 camisetas y tuve la suerte de poder dárselas allí a los niños. Mi mujer y yo acabamos llorando al ver la ilusión de esos niños con sus camisetas, estudiando en una escuela con agujeros en el techo como esta mesa. Ese viaje me gustaría repetirlo con mis hijos. Y pendiente tengo Argentina, un país que me encantaría conocer.
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